jueves, 12 de marzo de 2009

Aportes del Enfoque Andragógico en la Visión Emergente de la Educación

INFORME

“Comprobación de Saberes”

Caracas, marzo 2009

Propósito

El objetivo que se persigue con la elaboración del presente informe, en atención a la solicitud de la unidad Nº 4, del curso “Aportes del Enfoque Andragógico en la Visión Emergente de la Educación”, es mostrar una sistematización de los aprendizajes alcanzados durante el desarrollo del mismo, destacando los saberes alcanzados y/o profundizados a lo largo de la experiencia vivida por los miembros integrantes del grupo no asistido “Navegantes Robinsonianos”, en función a las dimensiones conocidas: Saber-Conocer, Saber-Hacer, Saber-Ser y Saber-Convivir.
Es oportuno destacar, que mediante la incorporación, a nuestro quehacer y formación permanente, de la sistematización de la experiencia, como método de investigación se logrará atender con efectividad uno de los propósito centrales de la Maestría en Educación Robinsoniana; además, cumplir con la función docente, que como desempeño profesional pretende la realización de procesos metódicos de enseñanza-aprendizaje, a partir de conocimiento previo, la planificación, la ejecución y la evaluación de procesos y sus resultados.
Al respecto, se señala que la sistematización de experiencias es una herramienta útil que permite reconstruir aquellas prácticas educativas andragógicas significativas, que conllevan a la producción de conocimientos que nos permitan comprender la realidad desde unos plantemientos de "transformación social, que desencadenen a su vez una acción colectiva", donde confluyan los procesos de producción de conocimiento con los mecanismos de acción política (Zero, 2001). Por tanto, esta metodología debe responder a la posmodernidad del siglo XXI, a la nueva sociedad de la comunicación y de la información, a las nuevas perspectivas socioculturales.
En este sentido, se intenta, atendiendo la iniciativa de la Maestría como lugar para asegurar una gestión crítica constante de la educación y que nos orienta en decisiones de exploración, seleccionar situaciones problemáticas sociales y educativas, para interpretarlas críticamente, para luego, mediante su ordenamiento y reconstrucción, se pueda descubrir y explicar la razón del proceso vivido, los elementos intervinientes, cómo se relacionaron y por qué lo hicieron de esa manera (Jara, 1994).

Método o procedimiento

Inicialmente los integrantes del grupo nos reunimos para revisar y concretar las actividades que llevariamoa a efecto en el curso. Acordamos que cada uno identificara, organizara y describiera sus saberes, en función a las solicitudes requeridas en cada unidad del curso.
Respecto al ensayo, convenimos que cada miembro del grupo recabara, produciera y procesara información, la cual, posteriormente, debería ser remitida a cada integrante, para que se hiciesen los aportes correspondientes; luego se enviarían al coordinador del grupo, quien la integraría y la subiría a la plataforma.
En referencia a la realización de las actividades de las unidades II y III, a saber: (1º) formulación del proyecto de sistematización de la experiencia educativa andragógica de cada integrante el grupo; (2º) reconstrucción de la experiencia y, (3º) análisis e interpretación crítica de la misma, acordamos que, por cuanto había que cumplir con tareas individuales, cada uno de los miembro debería revisar información relacionada con el método de investigación “sistematización de la experiencia” y de acuerdo a su entorno o contexto particular, tenía que hacer un registro ordenado de una situación vivida, combinala con los aprendizajes alcanzados, de manera de rescatar experiencias exitosas, que le permitan comprender y explicar dicha vivencia, y así producir conocimiento de esa práctica concreta.
El intercambio de información que mantienen los integrantes del grupo a través de: encuentros particulares, llamadas telefónicas, remisión de correos, entre otros; obligó a la necesidad de convocarnos a varias reuniones adicionales, con el fin de aclarar aspectos del proceso de sistematización. Asimismo, con relación a las dimensiones indicadas del: saber-conocer, saber-hacer, saber-ser y saber-convivir; para lo cual cada quien consideró su compilación de información y saberes.

Hechos

Inicialmente, coincidimos en señalar que la sitematización de experiencia nos resultó un proceso complejo, ya que no teniamos una formación básica previa al respecto. Por otra parte, resultó impreciso entender que quien sistematiza intenta producir conocimientos sobre su propia práctica, es decir, sobre sí mismo y su ejercicio, transformando a su entorno, que a su vez lo transforma a él y que, adicional a esto, no pretende sólo saber más acerca de un hecho o situación concreta, sino ante todo, ser y hacer mejor lo que se hace, lo cual es posible con un mejor comprender (Barnechea y otros, 1998).
Otra situación que nos generó inseguridad y modificación a lo realizado, fue concebir la sistematización como ordenamiento y clasificación de datos e informaciones, lo que nos llevó a estructurar categorías, correspondencias y constituir datos organizados, lo cual es el significado más empleado y que se denomina sistematización de información o de datos (Jara, 2001). Posteriormente, hubo que adaptar lo elaborado a la sistematización de la experiencia, de acuerdo a prácticas específicas y con vinculación a la labor andragógica.
Con respecto a las cuatros dimensiones conocidas: saber-conocer, saber-hacer, saber-ser y saber-convivir, en la participación grupal concordamos que es necesario entender, en principio, el significado del: saber, conocer, hacer, ser y convivir y así establecer la relación del saber con el resto, para lograr la enumeración de saberes obtenidos durante el desarrollo del curso.
En este sentido, se dice que el saber es una forma de creencia que nos presenta una garantia segura de alcanzar la verdad. Conocer es integrar en una unidad varias experiencias parciales de un objeto, implica saber algo acerca de él, pero saber no implica conocer, supone haber tenido algún contacto directo, saber no; se puede saber muchas cosas de un objeto sin conocerlo. Hacer es producir, fabricar, crear, ocasionar, representar, ejecutar, pero no estrictamente desde lo tecnológico. El ser es el principio activo y radical constitutivo de las cosas, afirma del sujeto lo que significa el atributo. Mientras que convivir es cohabitar, compartir, vivir en compañía de otro u otros.
Considerando lo anterior, entendimos que el saber-conocer se refiere a la certeza segura de que se puede aglutinar experiencias, tener conocimiento previo y que a pesar de no saber todo al respecto, se puede conocer y que ese saber implica en dicho caso conocer y así poder sistematizar, es decir, incorporando la generación de conocimientos y aprendizajes desde la práctica y se conviertan en fuente de comprensión y enseñanza permanente para lograr mayores impactos.
El saber-hacer, podría estar relacionado a los conocimientos prácticos o criterios que son utilizados en la elaboración o diseño de una actividad y que se puede reutilizar en ocasiones similares o de afinidad; es contrario a la improvisación, el capricho, la arbitrariedad, la precipitación, además, tener presente que si no se sabe hacer algo, lo esencial es aprender hacerlo, de allí que sistematicemos nuestras experiencias para aprender críticamente de ellas.
El saber-ser es en el cual lo que se sabe coincide con lo que se es, con una manera de ser y de vivir, un saber que se convierte en sabiduría: sabiduría de la vida, sabiduría que orienta para el bien vivir, el bien obrar; disposición a aprender de la propia acción, con sensibilidad para dejarla hablar por si misma y no que diga lo que nos interesa y conviene, es tener capacidad de análisis y síntesis.
El saber vivido es el que surge de la síntesis de la teoría y práctica, está estrechamente unido a la vida real, surgido en íntima conexión con ella y proyectada hacia ella; es el que da una doctrina correcta y rectamente asimilada, unida a la experiencia acumulada a lo largo de todos los años; es conformación de equipos de sistematización, integrando los actores de las experiencias, su sensibildad y capacidad teórica y metodológica para llevar a efecto la sistematización.

Análisis y discusión

Es indudable, por la naturaleza de la función docente, que la facilitación de aprendizajes nos permite obtener amplia experiencia, ya que en ella nos enfrentamos de forma permanente a nuevas situaciones; en consecuencia, es necesario investigar acerca de labor que desempeñamos, para tener la certeza que la misma responde a una formación ideal. Y para un logro efectivo, se requiere llevar un registro de lo que ocurre durante esas experiencias, porque hay que ser conscientes de que participamos e intervenimos en una realidad educativa específica y que, además, se debe reflexionar al respecto, con el fin de producir conocimientos, a partir de procesos duraderos y poder concluir que llevamos a efecto un proceso de sistematización de experiencias (Barnechea y otros, 1998), lo cual a corto plazo nos va a permitir ser cada día mejores docentes.
Hay convencimiento de que el pricipal beneficio que genera el ejercicio de la sistematización de experiencias es el aprendizaje y la incorporación de nuevos conocimientos, siendo éstos obtenidos de la propia experiencia práctica, además, el poder compartirlos con quienes trabajan en el mismo espacio y conseguir contrastarlo, hace que su utilidad se incremente (Verger, s/f). Pero para ello es necesariocontar con: dedicación, tiempo, ser un grupo compactados, participación, cultura de llevar registro sistemático de las experiencias, apropiación metodológica (Fernández, 2005). Factores que limitaron nuestro accionar; además, por las ocupaciones o tareas institucionales que realizamos, cumplimiento con otros cursos de la maestría y las confusiones que se generaron.
En referencia a la sistematización de las experiencias andragógicas, son indiscutibles las complicaciones que se nos presentaron para su instrumentación; desconocer como seleccionar la práctica, es decir, su tiempo de duración y/o su dimensión en general, nos ocasionó consternaciones y apatías, que, quizás, algunos de los integrantes del grupo aún arrastramos. Afortunadamente, se mantiene el interés por aprender de la propia acción, disposición de atender el desafio, destinarle mayor tiempo, con una mejor planificación y revisión permanente.
A pesar de los infortunios por los cuales transitamos en la aplicación de la metodología, se pretende que el aprendizaje logrado acerca de la sistematización trascienda en nuestro deambular personal y laboral; se convierta en un proceso permantente, con la finalidad de producir nuevos momentos de formación efectiva; que se transforme en rutina: llevar un registro de aprendizajes, su recuperación histórica, la interpretación crítica o análisis de la misma, que su síntesis se pueda comunicar y permita socializarla (Jara, 2001).

Conclusiones, recomendaciones o solicitaciones

En función de la información revisada, recabada y las actividades realizadas se puede señalar que cualquier experiencia andragógica es susceptible de ser sistematizada, el adulto es sujeto genuino de acción de formación a lo largo de toda su vida; pero para ello es necesario reflexionar al respecto, es decir, conocer su ambito, delimitar su objetivo y alcance; de manera que sea significativo; donde el proceso de selección de la experiencia o experiencias a sistematizar deberán cumplir con los requisitos de acción educativa realmente liberadora y emancipadora; de manera que la comunicación y difusión de los aprendizajes se convierta en instrumentos y mecanismos de acción política, útiles en el empoderamiento de las comunidades.
Las experiencias de vida y trabajo son prácticas compartidas, de interacciones permanentes, son producto de una acción colectiva, de intercambio de ejercicios, donde cada uno de los participantes de la actividad coopera, la enriquece, colabora y aporta aprendizajes, que al ser precisados pueden retralimentar nuestra labor como docentes y generar programas de sistematización innovadores. Asimismo, es ineludible considerar que toda sistematización tiene un profundo contenido ético, ya que uno de sus principales objetivos es el bien común, entonces debe existir un elevado sentir humano que se manifieste en humildad y sencillez en nuestro actuar, de manera que los participantes contribuyan a elaborar productos concretos.
La reconstrucción y sistematización de experiencias constituye la historia de las comunidades, y por tanto, es necesario su inclusión en los archivos de la colectividad. Esto lleva a pensar en la posibilidad de realizar sistematización de la sistematización, entendiendo ésto en dos posiciones, no excluyentes; en principio, que permita sistematizar experiencias ya sistematizadas y, segundo, que los actores participantes de la práctica puedan generar su propia experiencia de sistematización. Además, la realidad es un ambiente cambiante que nos plantea retos permanentes, de participación colectiva y compromisos, que nos obliga a seguir conociendo e intervieniendo sobre ella y diseñar nuevos proyectos de sistematización, para interpretarla, manipularla y procesarla intelectualmente.
Por la importancia que presenta la sistematización de la experiencia como método o proceso de investigación, para el desarrollo profesional y, en especial, en la labor de la docencia, debería integrarse como herramienta de nuestro accionar, con indagación auto-reflexiva, para producir nuevos conocimientos teórico-práctico, que permita, además, superar debilidades o limitaciones, no repetir errores, compartir aprendizajes con grupos similares, generar nuevas motivaciones, lograr mayor cohesión grupal entre los participantes, construir propuestas sociales alternativas. Asimismo, es necesaria la sistematización como apoyo formativo a los facilitadores de proyectos educativos locales y zonales de educación de adultos, ligados a procesos de desarrollo comunitario.

Bibliografía

Barnechea M. y Otros. (1998). Taller Permanente de Sistematización. La Producción de Conocimientos en Sistematización. Lectura sugerida en el curso “Aportes del Enfoque Andragógico en la Visión Emergente de la Educación”: Maestría en Educación Robinsoniana, Caracas: UNESR.

Barnechea M. y Otros. (1994). Debate. La Sistematización como producción de conocimientos. [En línea]. Disponible en: http://www.preval.org/documentos/
00508. pdf [Consulta: 2009, febrero 28].

Comunidades de wikis libres para aprender Wikilearning. Sistematización y Gestión del conocimiento. [En línea]. Disponible en:
http://www.wikilearning.com/curso_ gratis/sistematización_y_gestión_del_conocimiento/26086-1. [Consulta: 2009, febrero 27].

Fernández F., B. (2005). La sistematización como estrategia de aprendizaje en el sistema “acerca”. Potencialidades y limitaciones desde la práctica sistematizadora. [En línea]. Disponible en:
http://www.alforja.or.cr/sistem/benito-fernandez-la_sistematización_como_estrategia_de_aprendizaje-pdf. [Consulta: 2009, febrero 27].

García C., J. (1997). Educación de adultos. 1ª Edición. Barcelona: Editorial Ariel, S.A.


Jara H., O. (2001). Dilemas y Desafios de la Sistematización de Experiencias. CEP Centro de Estudios y Publicaciones Alforja. Costa Rica. Lectura sugerida en el curso “Aportes del Enfoque Andragógico en la Visión Emergente de la Educación”: Maestría en Educación Robinsoniana, Caracas: UNESR.
Verger, A. (s/f). Sistematización de Experiencias en América Latina. Una propuesta para el análisis y la recreación de la acción colectiva desde los movimientos sociales. Dpto. de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona. Lectura sugerida en el curso “Aportes del Enfoque Andragógico en la Visión Emergente de la Educación”: Maestría en Educación Robinsoniana, Caracas: UNESR.

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