domingo, 15 de marzo de 2009

Organización de la Ciencia y la Tecnología bajo el enfoque CTS
Resumen Crítico

“Tendencias de las forrmas de la organización social de la ciencia y la tecnología en América Latina”


INTRODUCCIÓN

El objetivo que se persigue, con la elaboración del presente resumen crítico, en atención a la solicitud de la unidad I, del curso “Organización de la Ciencia y la Tecnología bajo el enfoque CTS”, es identificar tendencias de las formas de la organización social de la ciencia y la tecnología en América Latina, que nos corresponde realizar permanentemente, para atender uno de los propósitos centrales de la Maestría en Educación Robinsoniano.
Es indudable que con el devenir histórico el desarrollo de la ciencia y la tecnología han modificados la evolución de la sociedad; como conceptos dinámicos, nos encontramos subordinados a constantes cambios que producen en el medio ambiente; así como, en la comuninicación y sus alcances. Situación esta que en el mundo contemporáneo cobra mayor fuerza e interés, por las distintas incidencias a la humanidad, quizas no del todo favorables; lo cual genera, en distintos momentos y lugares, fuertes contronversias, especialmente, en sectores acreditados. Ante ésto, en la actualidad se pretende, entre otros aspectos, lograr distintas formas de organización, a partir de la democratización de los sistemas científicos y tecnológicos, para lo cual se hacen propuestas, como es el de generar un nuevo tratado social sobre la ciencia.
En referencia al desarrollo de la siguiente actividad, en principio, se aborda como un objeto de estudio la expresión Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS) y su ámbito de trabajo académico; a continuación, los estudios y campos de trabajo CTS; luego se presentan: aspectos del informe de Vannevar Bush, disertaciones recientes acerca de los aspectos sociales de la ciencia y la tecnología; así como, reflexión ética al respecto; además, se exteriorizan algunas complejas relaciones entre la ciencia, la tecnología y la sociedad en el mundo actual. Posteriormente, se realiza un analisis crítico de los aspectos antes señalados, respectivamente, y, finalmente, se proponen unas ideas a modo de conclusión y/o reccomendaciones.

MARCO DE REFERENCIA

.* Expresión Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS) como un objeto de estudio y un ámbito de trabajo académico.
Se puede señalar que CTS, espacio de trabajo en las esferas de la exploración académica, la educación y la política pública, se origina, hace tres décadas, a partir de recientes corrientes de búsqueda en filosofía y sociología de la ciencia, y de un aumento en la sensibilidad social e institucional sobre la insuficiencia de una regulación democrática del cambio científico-tecnológico. (UNESR, s/f). Sin embargo, la expresión CTS ha estado presente, posterior a la segunda guerra mundial, en otros espacios de la sociedad; en especial, como propuesta de investigación científica para el desarrollo tecnológico que implique bienestar público (Lozano, 2008). Es de destacar que autores como: Asenjo, Macías y de Fuentes (s/f), establecen diferencias entre “CTS” y “estudios CTS”; la primera se refiere al objeto de estudio, a los vínculos que existen entre ciencia-tecnología y sociedad; con la segunda hacen mención al ámbito académico que se logran con los recientes acercamientos o aproximaciones del estudio de la ciencia y la tecnología. Sin embargo, reconocen que la expresión “ciencia, tecnología y sociedad” (CTS) suele definir un ámbito de trabajo académico, cuya finalidad de estudio la conforman aspectos sociales de la ciencia y la tecnología, en lo correspondiente a los factores sociales que inciden sobre el cambio científico-tecnológico, así como en lo que concierne a las efectos sociales y ambientales.
.* Los estudios Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS). Campos de estudio CTS.
Frente a los estudios CTS o sus campos de estudio se puede señalar que trata de promover la alfabetización científica, exponiendo la ciencia como una acción humana de gran trascendencia social; así como, de colaborar al desarrollo y afianzamiento de actitudes y experiencias democráticas en asuntos de importancia social relacionadas con la creación tecnológica o la intervención ambiental; además, favorece el compromiso a la incorporación social de las mujeres y minoría; asimismo, motiva al desarrollo socioeconómico respetuoso con el contexto; asimismo, pretende estimular o apuntalar en la juventud la inclinación por el estudio delas ciencias y la tecnología, al igual que la autonomía de juicio y orientación de obligaciones críticas; aspira colaborar en minimizar la brecha existente entre la cultura humanista y la científico-tecnológica de la cual adolece nuestras sociedades (UNESR, s/f).
.* Informe de Vannevar Bush.

Con respecto al informe de Vannevar Bush (1944), propuesta conocida como modelo lineal de desarrollo científico y tecnológico, por su orientación lineal desde la investigación científica básica hasta la innovación tecnológica y el consiguiente bienestar social, transitando por la ciencia aplicada y las ingenierías, destaca la importancia de como el progreso de la ciencia incide en un país y éste debe asegurar su financiamiento y preservar la libertad de la investigación, de manera que ésta permita la prosperidad humana (Lozano, 2008). El informe responde a la solicitud realizada por el Presidente Roosevelt, al Dr. Bush como Director de la Oficina de Investigación y Desarrollo Científico de EEUU, el mismo aborda los siguientes aspectos: la esencialidad del progreso, guerra contra la enfermedades, seguridad nacional, bienestar público, renovación del talento científicos, la reconversión científica, un programa científico para la acción, entre otros (Redes 14, 1999).
.* Estudios recientes sobre los aspectos sociales de la ciencia y la tecnología.
Se plantea la necesidad de que la sociología se convieta en parte básica del método científico, de manera los practicantes de la ciencia entiendan mejor los elementos sociales que orientan la praxis científica y se produzca empoderamiento no sólo de la naturaleza, sino también del mundo social en el que se origina el conocimiento natural (Bourdieu, 2001). En este sentido, la historia social de las ciencias sociales puede contribuir al progreso de la ciencia fortaleciendo el conocimiento científico al desempeñar un par de funciones: por una parte, dilucidar aquello que permanece invisible para los mismos científicos y que, sin embargo, es vital para entender su acción. Por otro parte, colaborando con los científicos a independizarse de los sueños que convierten a la ciencia en mito (Moro, 2005).
Expresa la Psicologa Lozano (2008) que entre los países en desarrollo, con la finalidad de colaborar en el denominado nuevo contrato social de la ciencia, en la implicación que tiene este en la concepción de los modelos de desarrollo y democracia, los latinoamericanos plantean, para su consideración cuatros retos, a saber: necesidad de una mirada crítica a los problemas de exclusión social; particapar en la definición de los problemas sociales y en la promoción de la participación pública en ciencia y tecnología; inclusión desde las políticas públicas en ciencia y tecnología y necesidad de redefinición conceptual de la comunicación de la ciencia.
.* Ciencia, tecnología y reflexión ética.
En referencia a la ciencia, tecnología y reflexión ética, se destaca la dimensión conflictiva presente en todas las manifestaciones de CTS. Este enfoque admite introducir una razón crucial: la ética y la moralidad en el quehacer científico y tecnológico. Dado que las variadas consideraciones que participan en las decisiones concretas sobre qué investigar, qué desarrollar, qué resultados aplicar y cómo hacerlo están distantes de presentar un conjunto armónico, por tanto la moralidad puede considerarse como un apoyo, al explicitar disposición que se ubica por encima de buena parte de los conflictos considerados. Sin embargo, son muchas las disciplinas científicas y tecnológicas que dejan por cuenta de voluntades institucionales o individuales la resolución de este tipo de problemas. En tal sentido, está presente el conflicto entre ciencias básicas frente al desarrollo tecnológico en los presupuestos universitarios, en aceptar o no la: energía nuclear, patentes de seres vivos; qué hacer con los desechos radiactivos, cuáles límites imponer a la investigación biomédica, esfuerzo científico-técnico endógeno o recurso prioritario a la importación; las biotecnologías pueden representar un serio peligro para la producción de base agropecuaria de muchos países en vías de desarrollo; prácticamente no hay espacio donde no se manifieste el conflicto, es decir, son inocultables las dimensiones complicadas en las relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad (Sutz, 1998).
Del mismo modo, expresan Asenjo, Macias, de Fuentes (s/f) que la ciencia y la tecnología actual no actuan necesariamente como agentes de equilibrios, en el sentido que lo hicieron invenciones del pasado como la radio o los antibióticos, sino que tienden a favorecer una élite privilegia y perjudicar a otros menos afortunados, contribuyendo al desequilibrio social y entre naciones. Agregan que es ínfima la cantidad de la humanidad que puede poseer un teléfono celular o un ordenador conectado a Internet; además, que las tecnologías dedicadas al armamentismo continua siendo tan rentables como en tiempos de la guerra fría.; indican que la ciencia y la tecnología en la actualidad son muy efectivas, pero serán igualmente sus objetivos desde el punto de vista social.
.* Complejas relaciones entre la ciencia, la tecnología y la sociedad en el mundo actual.
Con respecto a las relaciones entre la ciencia, la tecnología y la sociedad en el mundo actual, Dagnino (2002) indica que en la dinámica contemporánea del desarrollo científico y tecnológico, no es prioritario y no se dirigen sus orientaciones a la satisfacción de las necesidades humanas esenciales de las mayorías; al contrario, favorecen más las pretensiones de las élites acaudaladas de los países más ricos, situación extensiva a la población mundial. Las prioridades tecnocientíficas son partes del mercantilismo de las coorporaciones que no se orienta a una justicia social mundial, alejada de los propósitos de un desarrollo sustentable, aparecen asociadas a los grandes dilemas mundiales, desplazando aquella visión que las asume neutrales y siempre benefactoras. La primera conferencia mundial sobre la ciencia para el siglo XXI, pese a sus limitaciones, expresó preocupación por el uso democrático de la ciencia y su distribución asimétrica. El informe sobre el desarrollo humano (2001) de la ONU insistió en la centralidad de la tecnología en los procesos de desarrollo. A propósito de este informe se señala que en Europa y Estados Unidos hay un amplio prejuicio contra el uso de las nuevas tecnologías en los países en desarrollo lo que podría conducir a profundizar la división entre el norte rico y el sur empobrecido (Nuñez, 2002).
A partir de la década de los noventa, indica Lozano (2008), se presentan en el contexto internacional un aumento de los estudios sociales de la ciencia sobre las relaciones entre ciencia, tecnología y democracia (por ejemplo: Kitcher, 2001; Fuller, 1999; Ezrahi, 1990; Olivé, 2000, 2007; Lóppez Cerezo y Gonález, 2002). En relación a América Latina, expresa Vaccarezza (1998) que los años 90 encuentran un movimiento CTS con cambios que es conveniente destacar: complejidad temática; profesionalización, tanto de los que veneran esa cultura como de las instituciones de la elaboración CTS y de los medios de comunicación; conformación más integrada de una comunidad intelectual de CTS; mayor subordinación intelectual de los estándares de pensamiento internacional sobre el tema, tanto en la comprensión y teorización de las correspondencias entre la ciencia, la tecnología y lo social, como en lo que hace a las propuestas de ingerencia desde lo político y lo administrativo en las acciones de ciencia y tecnología; menor potencial de proposiciones escritas, función o ubicación de la ciencia y la tecnología en solucionar problemas de la región.

ESTRUCTURACIÓN CRÍTICA

*. La ciencia y la tecnología han permitido la conquista de mundos que para nuestros antecesores eran inalcanzables. Asimismo, es necesario resaltar que éstas no pueden subsistir sin el concurso de la educación, ya que se encuentran estrechamente vinculadas a los procesos educativos. A pesar de esto es estrecha la vinculación que existe, y ha existido, entre ciencia, tecnología y el trabajo académico, pareciera que el contacto de la C y T con la labor educativa ha sido infimo en el transcurrir histórico, es sólo a lo largo del siglo XX cuando la ciencia y la tecnología muestran un paulatino paso desde el borde al centro de las reflexiones sociales, políticas y educativas del Estado (Lozano, 2008). Señala Vacarezza (1998) que, en Venezuela, Argentina, Brasil y México, y en particular en el primero, la investigación científica tuvo un desarrollo moderado, relativamente temprano, pero con carestias, destacándose grupos de investigadores aislados; luego, se formulan a partir de los 50, en Latinoamerica, políticas científicas y tecnológicas, bajo un enérgico proceso de institucionalización, y que a fines de dicha década y durante las dos siguientes, las actividades de ciencia y tecnología se efectuaron con casi solo el esfuerzo del Estado, sin generar relevancia de innovación en el conocimiento y en la economía, de lo cual se puede inferir, además, con escaso trabajo académico.
.* Es necesario, al menos de manera paulatina pero permanente, respecto a los estudios CTS y/o campos de estudio, disminuir las funciones clásicas y extremas de regulación y control que ha ejercido el Estado en la investigación científica y producción tecnológica, en America Latina; imponiendo políticas económica centradas en principios neoliberales, ya que nada hace creer que la globalización y la homogeneización de los criterios de competitividad produzcan autonomías en innovación tecnológica; asimismo, eliminar la visión que presenta a CTS como campo de conocimiento y no como un área de intervención y acción social, concebir la ciencia política como disciplina académica en el tratamiento de la ciencia y la tecnología, convenir apropiadamente transferencia y apropiación internacional de tecnologías, en función al movimiento CTS, ajustado al desarrollo latinoamericano (Vacarezza, 1998). Considerar la idea de una red de interrelaciones entre las disímiles formas de investigación, realizada dentro de un marco social que tome en cuenta intereses, valores y necesidades de diversos grupos humanos; comunicar información de tipo científico y tecnológico a un público enterado a través de diversos medios, con el objetivo de informar, generar comprensión y valoración por la ciencia y la tecnología (Lozano, 2008).
.* Pareciera que el Informe Vannevar, a pesar de que fue elaborado en el 1944 y, específicamente, para Estados Unidos, se aplica actualmente, lo cual debe ser revisado y adaptado a la realidad que plantea, como por ejemplo, el nuevo contrato social de la ciencia (Lozano, 2008). Tal es el caso de Latinoamerica quien, en las últimas décadas, ha estado inmersa en un vacio de legitimación respecto a la investigación en ciencia y tecnología por los constreñidos márgenes que impone la política económica encuadrada en los principios neoliberales (Vaccarezza, 1998).
.* Se dice que en la actualidad, producto de la relación CTS, se ha generado una nueva exclusión, que constituye un cuarto mundo, no caracterizada por ser geográfica, pero superior a la del tercer mundo por el nivel de exclusión presente. De alli, la necesidad de establecer un nuevo contrato, que haga efectiva la forma de volver a la idea inicial de que la ciencia y la tecnología pueden favorecer a la solución de los problemas sociales. Sin embargo, al respecto señala para ello, se requiere la necesidad de un control social sobre la ciencia por parte de la sociedad que la valora y la financia (Lozano 2008).
.* Una serie de situaciones relacionadas con la investigación científica y producción tecnológica presentes, desde mediados de la década de los cincuenta, especialmente en America Latina, riñen con la ética y buenas costumbres de la sociedad; por cuanto, hacen inconvincente la idea inicial de que la ciencia y la tecnología pueden contribuir a la solución de los problemas sociales, entre otros se pueden mencionar: las reacciones sociales y el activismo político que cuestionan la política sobre la ciencia; la deficiente e inapropiada discusión académica y cultural; la relación entre ciencia y empresa y los cambios en la práctica científica; asi como, la creciente preocupación mundial por la exclusión social y la pobreza.
.* Lamentablemente, la ciencia y la tecnología en America Latina, adolece de diversas debilidades, pero es indispensable destacar su desconexión con la sociedad a la que pertenece. De allí, que se haga indispensable la preparación y el interés en las áreas científicas y tecnológicas, para entender los cambios y para poder incidir sobre ellos sin aceptarlos pasivamente. Sin duda que la ciencia-tecnología humana crea problemas, pero la solución de los mismos requieren no sólo de la iniciativa de los investigadores sino tambien de la participación decidida de un colectivo activo y consciente, en especial cuando aun se percibe a la ciencia bajo el modelo de desarrollo implícito, con la visión de poder ascender desde el atraso al progreso o evolucionar de la tradición a la modernidad (La Cueva, 2000).

CONCLUSIONES-RECOMENDACIONES

.* Es bien novedoso el que los actores del sistema científico sean parte de un sistema más extenso y comprometido en la investigación de soluciones a problemas sociales y no como entes autónomos que fijan sus reglas y metas a partir de sus convenientes valores (Nuevo contrato).
.* Se debe considerar en Venezuela que no es garantía en función al aumento del PIB lograr un mayor desarrollo social, o de solución de problemas como la inequidad o la exclusión, como muestran los resultados en otros países en vía de desarrollo, tal es el caso de Argentina o de los países africanos (Lozano, 2008).
.* Una solución de avance es lograr niveles altos de inversión, con ahorro interno y/o la subversión o ayuda extranjeras, lo cual incrementa sustancialmente la producción y genera un proceso sostenido cuya dinámica misma mejora la situación de la sociedad en general; bajo este perfil el desarrollo se identifica con el crecimiento económico y por ende evolución social.
.* La noción de desarrollo humano como “la expansión de las libertades de los seres humanos” (Amartya Sen 2000, [1999]), es decir, posibilidades de construir vidas dignas, en las que puedan llevar a la práctica las opciones que valoran y han elegido libremente, está ligado a la dinámica misma del sistema científico y tecnológico y debe ser reconocido como parte del más amplio sistema económico, político, educativo, social y cultural dirigidos a la satisfacción de los valores sociales, con compromisos en la búsqueda de soluciones a problemas sociales (Olivé, 2003).
.* La satisfacción de los valores no es algo que se debe esperar como resultado final, se plantea la necesidad de que el sistema científico considere no daños al ambiente. No puede entenderse desarrollo como el ascenso hacia el progreso mediante porocesos ya conocidos, con deterioros de la naturaleza o la que equipara desarrollo social a crecimiento económico, tiene que ser un desarrollo humano auto-sustentable en donde el sujeto sea constructor de la misma sociedad y quien decida que tipo de sociedad es la que desea.
.* Un factor de crisis en el modelo científico-tecnológico se fundamenta en la falta de confianza por parte del público hacia los modos en que esta se produce, lo cual puede superarse en la medida que las personas tengan mayor información, así podrán apreciar más la ciencia y la tecnología y apoyarlas. A mayor información, mayor conocimiento, mayor participación, mayor empoderamiento y en consecuencia mayor nivel de vida.
.* Estrategias como por ejemplo la de los centros de ciencia, o el periodismo científico, deben repensarse de manera que, lejos de estar respondiendo a modelos globales, se ajusten a las peculiaridades propias de la población a la que prioritariamente se dirigen, y deben incluir una reflexión entre lo global y lo local, en el desarrollo de los programas.
.* Es preciso que con apropiadas políticas de Estado, CTS responda o atienda las necesidades del “sujeto excluido” de las prácticas tecnocientíficas, quien no participa como usuarios ni como consumidor de los productos de la tecnociencia, o de la ciencia. De igual forma, con el “sujeto pasivo” de las acciones de la ciencia y la tecnociencia, quienes también son importantes en tanto usuarios y consumidores de los productos tecnocientíficos y sus valores deben considerarse en tanto su satisfacción es importante para el logro de objetivos. Con respecto al “sujeto activo” en las acciones científicas y tecnocientíficas, a través de agrupaciones, deben participar en definición de políticas de ciencia y tecnología, en la definición de proyectos de investigación útiles a sus intereses, en la evaluación de los riesgos y posibilidades que para la sociedad y el medio ambiente.
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